19 Abril 2025

Evangelio
Lucas 24: 1-12

El primer día después del sábado, muy de mañana, llegaron las mujeres al sepulcro, llevando los perfumes que habían preparado. Encontraron que la piedra ya había sido retirada del sepulcro y entraron, pero no hallaron el cuerpo del Señor Jesús.

Disciples Running
Apostles Peter and John hurry to the tomb on the morning of the Resurrection, 1898. Cambas, 82 x 134 cm RF 1153

Estando ellas todas desconcertadas por esto, se les presentaron dos varones con vestidos resplandecientes. Como ellas se llenaron de miedo e inclinaron el rostro a tierra, los varones les dijeron: “¿Por qué buscan entre los muertos al que está vivo? No está aquí; ha resucitado. Recuerden que cuando estaba todavía en Galilea les dijo: ‘Es necesario que el Hijo del hombre sea entregado en manos de los pecadores y sea crucificado y al tercer día resucite’ ”. Y ellas recordaron sus palabras.

Cuando regresaron del sepulcro, las mujeres anunciaron todas estas cosas a los Once y a todos los demás. Las que decían estas cosas a los apóstoles eran María Magdalena, Juana, María (la madre de Santiago) y las demás que estaban con ellas. Pero todas estas palabras les parecían desvaríos y no les creían.

Pedro se levantó y corrió al sepulcro. Se asomó, pero sólo vio los lienzos y se regresó a su casa, asombrado por lo sucedido.


Reflexión
Elizabeth Serafin Berruecos ‘06
Director, Camino Program,
McGrath Institute for Church Life

Quienes han perdido a un ser querido conocen el dolor del duelo. Aquellas mujeres pasaron de caminar con tristeza hacia el sepulcro, de tener miedo ante esos varones de luz, a correr con alegría hacia los discípulos para anunciar que ¡Jesús había resucitado! 

Las mujeres en Pascua no permanecieron paralizadas ante el sepulcro, y no creo que sea coincidencia que mujeres fueran las primeras testigos; ellas trajeron la noticia que cambiará la historia para siempre: ¡Jesús ha resucitado!  

La Pascua del Señor nos motiva a seguir adelante, a dejar atrás el sentimiento de tristeza, a remover la piedra de los sepulcros que encierran nuestra esperanza, y a mirar con confianza y fe al futuro, porque Cristo resucitó y cambió el rumbo de la historia. La Pascua del Señor nos devuelve a la gracia de nuestro pasado: nos devuelve a Galilea donde comenzó nuestra historia de amor con Jesús. Para tener esperanza, necesitamos ¡recordar y seguir adelante!

Hoy el poder de la Pascua nos llama a remover cada piedra de decepción y miedo. El Señor es experto en remover las piedras del pecado, el señor no se cansa de perdonarnos. ¡Esta es la época para regresa a Dios y vivir en su gracia!